Skip to main content
Editorial

Vejez y sexualidad: ¿hay otra manera de “hacerlo”?

By mayo 27, 2022No Comments

Por:Lic. Mariana Bardanca 

Mariana Bardanca asistió a un vivo sobre vejez y sexualidad convocado por Espacio Manituana.

Los viejes sí se masturban. Como el resto del mundo.

“Cuidado con mis pechos que yo todavía siento cosas”, dijo la mujer de 95 años a la cuidadora que la estaba ayudando a bañarse. Ese fue uno de los relatos de la Lic. en Psicología y Sexóloga Clínica, Lizet Tabeira, en el vivo sobre vejez y sexualidad convocado por Espacio Manituana en el mes de mayo. 

¡Sí! A los 95 años podés sentir esas “cosquillas”, ser sexualmente activo, masturbarte y todas esas cosas que a nuestra sociedad uruguaya del siglo XXI le parecen “chanchas”, “asquerosas”, “feas” e innecesarias. 

Lucía Paredes Bardanca (Lic. en Psicomotricidad y especialista en Gerontopsicomotricidad) y Agostina Russo (Lic. en Psicología y especialista en Psicogerontología) de Espacio Manituana, explicaron que junto con la vejez surgen un montón de miedos e inseguridades que tienen que ver con la sexualidad como un todo. La sociedad nos dice que no es sexy que los viejes tengan sexo, porque sus cuerpos desnudos no son lindos según el estándar de belleza que se naturalizó —donde joven y lindo es igual a sexy y excitante, y donde viejo equivale a canas, arrugas y un “no sentir” sexual. 

Y muchos viejes se lo creen. Por un lado, muchas mujeres creen que con la menopausia y el fin de su ciclo reproductivo, el sexo no tiene más razón de ser. También están las que perdieron a su compañero y quieren ser fieles por el resto de la vida. Y luego, oímos los famosos “yo ya no estoy para eso” o “esas cosas no hago”, en referencia a la masturbación. 

En un vivo donde participaron solo 14 personas para un país con una de las poblaciones más envejecidas del contexto latinoamericano (CEPAL, 2021), se desmitificaron muchos aspectos que rodean a la sexualidad en la vejez. 

En primer lugar, que el sexo coital es solo una mínima parte de la sexualidad. En la vejez, la sexualidad migra hacia otros placeres, como los abrazos, las caricias, la autoestimulación —formas de satisfacción mutua que no implican sexo coital. Porque simplemente nuestros cuerpos no son los mismos. La sexualidad se transforma, pero eso no quiere decir que no existe, o que los viejes no sienten, o que si se masturban es feo. 

¡Los viejes sí se masturban! Como el resto del mundo, ¡vamos! En el correr del vivo surgieron más relatos sobre cuidadoras o cuidadores que no supieron lidiar con ese hecho. Para las personas que viven en casas de salud o residenciales, el desafío de mantener una sexualidad saludable (o cualquier tipo de sexualidad) es mucho mayor; porque entra en juego la falta de intimidad y el respeto hacia esa intimidad. 

“¡Ni loca los pongo juntos en el mismo cuarto!”— dijo la directora de una institución, refiriéndose a una pareja de viejes recién llegada— “¿Mira si hacen cosas chanchas? 

Esas “cosas chanchas”, que quizás hagan o no, es la relación sexual entre dos personas que vivieron la mayor parte de su vida juntas; y que seguramente quieran seguir durmiendo juntas, aunque “no pase nada…”. 

A la cuestión del “encierro” en la casa de salud y la consecuente ausencia de libertad para mantener intimidad, se suma la falta de elección; decidir cómo quieren transitar su vejez. 

Los viejes también tienen prejuicios, pero nosotros, jóvenes, adultos jóvenes, profesionales de salud, cuidadores, o quién seas, muchas veces los perpetuamos. 

Quizás el vivo de Manituana le abrió los ojos a esas 14 personas; entre risas y ese sentimiento familiar de “algún día me va a tocar a mí”; porque Lizet Tabeira -que también es Diplomada en Psicogerontología-  no se anda con rodeos: “Claro que a los 80 no podes hacer ‘el perrito’, porque te duelen las articulaciones… es como nadar en dulce de leche”.

Y a vos, ¿cómo te gustaría vivir la sexualidad en la vejez? Espero que nadie se horrorize de tus actos sexuales, sean los que sean… Como dijo Lizet: “¡Quería yo llegar así a los 95!

Sobre Espacio Manituana 

La misión es promover el bienestar integral de las personas mayores desde un enfoque preventivo; fomentando la autonomía, la participación sociocultural y la pertenencia. Ofrecen talleres grupales, atención particular, tienda de materiales y juegos específicos para personas mayores y espacios de formación para familiares y profesionales.

Responsables: 

Lucía Paredes Bardanca

Licenciada en Psicomotricidad y especialista en Gerontopsicomotricidad 

Agostina Russo Díaz

Lic. Licenciada en Psicología, especialista en Psicogerontología y entrenadora de Gimnasia Mental, recreación y estimulación cognitiva en la vejez. 

 

Contacto: 

espaciomanituana@gmail.com

098 297 511

099 637 542

Fotografia :  Arianne Clément

Send this to a friend