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Editorial

Aquellas que lucharon

By noviembre 30, 2021No Comments

Voces y experiencias de mujeres mayores que resistieron el terrorismo de Estado en Uruguay

Por Isabel Cedrés, Anaclara Puig y Juana Urruzola 

Soy la mujer vieja, un ser de carne y hueso, pero al mismo 

tiempo una metáfora, una figura poético-político.

Soy una y múltiple, pasado y presente, fábrica de futuro.

Fusión y mutación de todas las mujeres libres,

luchadoras, inconformistas, su heredera. Me alimento

de su fuerza, de su singularidad, de su dolor.

Tengo en mi memoria a todas, las que fueron, las que son,

las que serán. Van conmigo

.Manifiesto de las mujeres viejas. Mari Luz Esteban

 

En este trabajo las autoras buscaron acercarse y difundir las experiencias de aquellas mujeres que resistieron, (sobre)vivieron, lucharon, cuidaron, lloraron, bailaron, militaron y batallaron contra mandatos y estereotipos durante el terrorismo de Estado en Uruguay

Haciendo énfasis no solo en cómo se habían convertido en víctimas sino también valorizando sus voces y experiencias en la construcción de las memorias del pasado reciente de nuestro país. 

El interés por acercarnos y difundir relatos distintos a los que tradicionalmente aparecen sobre las mujeres que fueron atravesadas por el terrorismo de Estado en el Uruguay (1968-1985), era una llama encendida que nos unía, a pesar de las distancias geográficas que nos separaban. Era una pulsión de tiempo atrás, que fue tomando forma como nuestra amistad, la cual nació del trabajo colectivo sobre memorias del pasado reciente y de la militancia feminista. En ese proceso fuimos conociendo, escuchando, leyendo, hilando y reflexionando juntas a partir de múltiples experiencias de distintos territorios y épocas del Uruguay, que nos llevaron a poner en palabras y en acción nuestro deseo colectivo. 

 

Nos embarcamos en un viaje de emociones, recuerdos, vivencias, escuchas y fotografías, uniendo las experiencias y los relatos de Sonia Osorio, María Elia Topolansky, Adriana Cabrera, Isabel Vigna y Mara Martínez. Son tantas las cosas que las distancian como los hilos que las unen. Son mujeres, son hermanas, son tías, son abuelas, son compañeras afectivas y políticas. Algunas se reconocen viejas, otras no. Cada una nació en un barrio o pueblo distinto del territorio uruguayo y todas comenzaron a militar desde jóvenes en organizaciones de izquierda, convencidas de la necesidad de construir un mundo mejor. Algunas decidieron no ser madres y otras decidieron tener hijos e hijas. Sufrieron, sobrevivieron y resistieron al terrorismo de Estado de distintas formas y todas debieron reconstruir su vida junto con la democracia uruguaya. Todas son jubiladas y hace más de un año que viven en un contexto inesperado, marcado por la pandemia y los períodos de encierro.

Acercarnos y difundir las experiencias de aquellas mujeres que resistieron, (sobre)vivieron, lucharon, cuidaron, lloraron, bailaron, militaron y batallaron contra mandatos y estereotipos, durante el terrorismo de Estado, se vuelve un ejercicio necesario para poner en el centro el valor de sus voces y experiencias en la construcción de las memorias del pasado reciente en nuestro país. Nos alejamos de la perspectiva que las sitúa únicamente como víctimas del terrorismo de Estado en el Uruguay, para conocer sus experiencias y reflexiones que, como mujeres mayores y “subversivas” han sido olvidadas e invisibilizadas por la narrativa hegemónica (Larrobla, 2013) y valoradas exclusivamente por sus demandas como madres de las víctimas por la narrativa alternativa (Larrobla, 2013)

América Latina estaba en llamas y nosotros queríamos quemarnos: la militancia política en sus vidas

Nos propusimos que las mujeres a ser entrevistadas en este trabajo hayan (sobre)vivido a distintos tipos de represión aplicada por parte del régimen dictatorial a ellas o algún vínculo cercano: desaparición, asesinato, prisión, exilio e insilio. Rápidamente fue evidente que estas categorías, en distintos niveles se entrecruzan constantemente en las vidas de estas mujeres. En algunos casos no fue posible delimitar en qué categoría se traducía esa experiencia de vida (exilio y familiar/pareja/amiga de detenido-desaparecido; prisión y familiar/pareja/amiga de asesinado/a; y diversas posibles combinaciones). Partimos de considerar que la mayoría de estas mujeres y de la población uruguaya en general, fue víctima de distintas formas de represión durante el terrorismo de Estado (Rico, 2005). De esta forma las distintas categorías de represión, así como, de víctima directa o indirecta se tornan difusas y muchas veces son restrictivas e invisibilizadoras de diversas violencias ejercidas sobre los cuerpos y las vidas del conjunto de la población, y de las mujeres en particular. 

 

Las cinco mujeres fueron o son militantes en distintas organizaciones de izquierda del Uruguay de fines de los 60 y 70, y aunque estas organizaciones tenían puntos en común e inspiraciones ideológicas enmarcadas en las izquierdas latinoamericanas, también tenían características diferenciales que hacen al curso de vida de estas mujeres. En este sentido, un eje vertebral entre los cinco relatos es el de la centralidad de la militancia política durante sus juventudes. Al condicionar que ciertas decisiones consideradas individuales y personales (por ejemplo: qué estudiar, dónde trabajar, cuándo tener hijos y cómo, con quién vivir, dónde, entre otras) fueran tomadas en función o en relación constante con la militancia política con fines revolucionarios. 

 

La existencia de este ethos político condiciona las identidades de estas cinco mujeres que en cierto periodo de su vida se dedican, por distintos motivos, a la militancia política. Y posibilita a su vez, en el marco del modelo de feminidad imperante en los 70, trayectorias de vida excepcionales, es decir, con derroteros y articulaciones entre lo político y lo reproductivo diferentes al común de las mujeres de la época y de lo que se esperaba de estas. 

Sostener y abrazar la vida: los cuidados a lo largo del tiempo

En condiciones tan extremas, como las que se generaron en el contexto histórico del terrorismo de Estado, las mujeres cumplieron roles fundamentales: resistiendo, cuidando y luchando en un sistema que como fundamento atacaba directamente la vida, de ellas y de sus seres queridos. Pero también, estas tareas eran conocidas y desarrolladas antes y después de la dictadura, ya que como mujeres se esperaba y se espera que estos roles sean asumidos y sostenidos a lo largo de sus vidas. 

Las mujeres que entrevistamos desarrollaron cuidados en sus pasados en contextos muy específicos y, actualmente, se siguen desenvolviendo en distintos roles en torno a ellos. Estas son prácticas sumamente cotidianas las cuales se vuelven invisibles para los ojos de muchos y muchas, también de nosotras mismas, y por ello fue necesario profundizar en las diferencias entre la teoría y la práctica de los cuidados y entre los contextos temporales y culturales a los que hacemos referencia.

Quisimos hacer énfasis en sus vidas como protagonistas de la historia de nuestro país, y yendo aún más allá de toda Latinoamérica, en un contexto marcado por la Guerra Fría, de la “revolución a la vuelta de la esquina” y también de una revolución sexual que marcó formas nuevas y disruptivas de vincularse entre hombres y mujeres, por ejemplo como personas con el mismo derecho a marchar, hacer huelgas, ocupar liceos y fábricas, tomar las armas y pensar políticamente un cambio profundo en la sociedad. Sus vidas nos muestran la ambivalencia de la existencia humana, dotada de momentos de decisión, de azar, de encuentros y desencuentros y de mandatos sociales. Al desatarse durante el terrorismo de Estado (1968-1985) la represión más cruda sobre ellas y sus vínculos cercanos, las entrevistadas hacen referencia a una red de ayuda que se da entre mujeres, que eran o se convierten en amigas y vecinas para cuidar a los y las hijas de todas, para celebrar cumpleaños, para cuidarse y apoyarse entre ellas.

Esto nos habla de una época, con experiencias muy propias de ese contexto, de unión entre la vida cotidiana y la política, de simbiosis entre lo público y lo privado, de comunidades inmersas en la vida de estas mujeres y viceversa. Es interesante cómo en dicho contexto los hogares y los lugares privados pasan a conformarse como espacios y territorios de la política,  organizada tradicionalmente en el espacio público. Como menciona Mariza Ruiz (2010) “se crearon nuevos territorios, porque al estar prohibidos los espacios clásicos de la política uruguaya -como los partidos políticos, el Parlamento, los sindicatos-, estos nuevos territorios se generaron en la casa, el ómnibus, los centros de culto como parroquias e inclusive clubes deportivos desde donde se llevaron a cabo varias acciones”. Esta creación de nuevos territorios políticos influyó en las dinámicas del hogar de todas las militantes entrevistadas en esta investigación, reconfigurando el espacio tradicionalmente considerado de lo no político, así como en las identidades de género de quienes los integraban. Para las mujeres entrevistadas esto supuso adaptarse a una vida en donde los supuestos límites entre la actividad política y la actividad cotidiana se alteraban constantemente.

El momento actual de sus vidas, aparece representado como una etapa de mayor calma y tiempo para ellas mismas. Cuidar de su esposo, de sus padres, de un hermano, o de sus nietos/as son tareas que aparecen en todos los relatos. Cuatro de ellas conviven con su compañero o esposo, mientras que Sonia, al fallecer su marido hace algunos años, vive con su perra a quien cuida y quien también la acompaña. En algunos casos, las hijas y nietas/os aparecen ocupando distintas tareas de cuidados para con ellas. 

Partimos de entender, que como personas la dimensión de los cuidados atraviesa todas las etapas de sus vidas, y en tanto personas socializadas como mujeres desde su nacimiento, dicha dimensión toma forma a partir de los distintos mandatos generizados, de los cuales ellas se acercan, se alejan, los reproducen y los subvierten a lo largo de sus vidas. 

Desde una definición más concreta de los cuidados las vemos en sus distintos roles: cuidadas por sus madres, padres, hermanas, tías y abuelas, y como cuidadoras de sus hermanos y hermanas en sus infancias, de sus hijos/as, sobrinos/as, esposos y de ellas mismas en las distintas etapas: criando, cuidando, limpiando, cocinando, llevando y trayendo, trabajando. Desde una perspectiva más amplia, vemos a lo largo de los distintos relatos, el rol fundamental de defender, sostener y cuidar la vida propia, de sus hijxs, de sus familiares, de sus compañeras y compañeros (de militancia, de clandestinidad, de exilio, de celda) particularmente en el período de sistemática y sostenida violación de los derechos humanos por parte del Estado uruguayo.

Ser protagonista de los cambios y de lo que vos le dejás a las nuevas generaciones, dejar aunque sea, no una gran huella, pero que quede algo: la vejez

En este proceso quisimos reflexionar de forma conjunta sobre los efectos que estas experiencias pasadas tienen en sus vidas actuales, entendiendo que no hay una única forma de envejecer, sino que esta se encuentra atravesada por el curso de vida de cada persona y por la intersección de las dimensiones de género, clase, ascendencia étnico racial, origen nacional, entre otras (Aguirre y Scavino, 2018). 

Estos presentes de sus vidas como mujeres viejas, se relacionan constantemente con sus pasados como militantes, a partir de las experiencias a las que resistieron y también de todo lo que lucharon por una causa política. Comprendemos que son mujeres que han vivido en las fronteras de los modelos tradicionales: viviendo solas, haciéndose cargo de sus propias economías y en muchos casos siendo el único sostén económico de sus hijos e hijas. También han protagonizado espacios de discusión y toma de decisiones, no sólo del ámbito doméstico o familiar, sino también en relación con sus coyunturas políticas y sociales.

 

Al parecer esta autonomía con la que viven sus vidas, la cual les resulta gozosa, es una novedad para ellas. Así como es para nosotras, que la mayoría de ellas no se “sienta vieja”. Comprendemos la carga que tiene en esta sociedad asumir esta etapa de la vida, y más aún siendo mujeres; pero es entonces que nos resulta interesante preguntarnos ¿por qué otras razones les sucederá ésto?, ¿qué otros sentidos en particular entrarán en diálogo cuando estas mujeres piensan en la vejez? Cuando nos contaron sobre sus infancias, los abuelos y abuelas que su memoria traía, parecían ser aquellas que estaban siempre en la casa, en la suya o la de algún hijo, hija, ocupándose de las tareas domésticas o ayudando con la crianza de niños y niñas. Pensamos que ellas han crecido con estos modelos de vejez, y que quizás al mirarse en el espejo el reflejo no les devuelva esa apariencia, ni esas formas de vivir sus vidas. 

Esto no quiere decir que no ocupen determinados roles tradicionales en la sociedad o en las configuraciones de sus familias actualmente, si bien cada una está realizando su tránsito como persona mayor, a todas las marca la jubilación, el tiempo libre, o tiempo para ellas mismas, y a varias asumirse en nuevos roles e identidades, como el ser abuela y ayudar en la crianza de niños y niñas a sus propios hijos e hijas.

El pasado delante nuestro: las tres dimensiones del tiempo, presente, pasado y futuro, no se dan de manera consecutiva sino que forman un tejido denso, conflictivo, por momentos ordenado y revelador de las experiencias, pero a la misma vez con zonas opacas, ocultas. 

Si zambullirse en el pasado, hilar los recuerdos e intentar organizarlos en un discurso es siempre un ejercicio removedor, también lo es reflexionar y observar el presente, el de cada una y el que transitamos como sociedad. Analizar el pasado es reflexionar sobre el presente y viceversa. Se trata de un trabajo que puede ser tan esclarecedor y gratificante como removedor de angustias y heridas profundas. Invitarlas a esta apertura de sus vidas para recorrerlas juntas implicó un trabajo emocional no solo para ellas -mujeres de largos pasados-, sino también para nosotras -mujeres jóvenes- desde nuestro lugar de escucha y escritura.  

Quisimos comprender cómo estas cinco mujeres, configuran sus presentes con las experiencias de sus pasados. Al realizar el ejercicio de mirarse a ellas mismas y pensarse en su actualidad, es evidente que sus trayectos no son cuestiones que han quedado años atrás sino que esas memorias están activas en sus presentes.

Identificar que la historia humana es un proceso en constante construcción, reinterpretación y reelaboración que se realiza desde un momento actual, sobre distintos pasados. Insistir en la existencia de múltiples memorias, recuperar las olvidadas y las escondidas, ampliarlas desde un ejercicio cotidiano por despatriarcalizarlas, descolonizarlas y des-academizarlas también.  

Conocer y compartir las experiencias y reflexiones de cada una de estas mujeres mayores, con el objetivo político de visibilizar otras voces sobre el terrorismo de Estado en Uruguay, desde un posicionamiento epistemológico feminista. Entendemos que este ejercicio permite descubrir los relieves del pasado rompiendo con la linealidad de la historia, encontrando en los relatos de aquellas que lucharon, las puntas de los hilos de todas aquellas que hoy continuamos luchando.

 

 1. Investigación realizada en el marco del Premio “Vejeces y género. Prof. Rosario Aguirre”, convocatoria 2020, Facultad de Ciencias Sociales, Universidad de la República. La misma se encuentra en proceso de finalización y en proceso de publicación.  
2 .Esteban, Mari Luz (2020) El manifiesto de las mujeres viejas. Madrid: La oveja roja. 
3. Terrorismo de Estado hace referencia a la práctica sistemática de violación al estado de derecho y por lo tanto a los derechos humanos, realizada en el marco de la dictadura cívico militar (1973-1985), y anteriormente en el marco de la aplicación de las Medidas Prontas de Seguridad desde 1968, por parte del Estado uruguayo. 
4.  Larrobla, Fabiana (2013) El campo discursivo del pasado reciente en el Uruguay. Entre la teoría de los dos demonios y la perspectiva del terrorismo de Estado. En De Prácticas y Discursos. Cuadernos de Ciencias Sociales. Año 2 No 2. Universidad Nacional del Nordeste. Centro de Estudios Sociales. 
5.  Idem
6. Maria Elia Topolansky, entrevista realizada por las investigadoras vía email, abril-mayo 2021. 
7. Rico, Alvaro (Coord) (2008) Investigación Histórica sobre la Dictadura y el Terrorismo de Estado en Uruguay (1973-1985), Tomo II. Universidad de la República, Comisión Sectorial de Investigación Científica, Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación, Centro de Estudios Interdisciplinarios del Uruguay (CEIU).
8. Entendiendo el concepto de ethos como formas compartidas que poseen determinados grupos con respecto a la vida o de ciertos sentidos de la misma
9. Ruiz, Marisa (2010) Ciudadanas en tiempos de incertidumbre. Solidaridad, resistencia y lucha contra la impunidad (1972-1989).Montevideo: Doble clic, Editoras.
10. Ruiz, Marisa (2010) Ciudadanas en tiempos de incertidumbre. Solidaridad, resistencia y lucha contra la impunidad (1972-1989).Montevideo: Doble clic, Editoras.
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