[glossary]

Androcentrismo: visión de la sociedad que coloca al hombre en todos sus matices en el centro del mundo, suponiendo la omisión e inferioridad de la mujer. Una de las manifestaciones del sexismo que consiste en tomar al hombre varón como el prototipo o modelo de lo humano y su perspectiva como el punto de vista de la humanidad. Bajo esta forma de sexismo, el hombre y lo masculino son entendidos como centrales a la experiencia humana mientras que la mujer y lo femenino son entendidas como “lo otro” o “lo específico y particular.

Brecha de género: Se refiere a la diferencia entre los salarios de ambos sexos, en diferentes ámbitos. Se suele utilizar en el ámbito laboral para ilustrar en cifras las desigualdades económicas (las mujeres siguen cobrando menos que los hombres)

Concientización feminista: El proceso por medio del cual las mujeres se dan cuenta de que la experiencia individual de discriminación y opresión dentro del paradigma patriarcal no es un asunto privado o un problema individual o aislado sino un asunto estructural que afecta a todas las mujeres. Este proceso puede llevar a tomar una posición política frente al paradigma patriarcal y frente a todas las estructuras de opresión que él crea para poder transformarlas. Como metodología fue desarrollada por las feministas de los 60s en Estados Unidos pero que luego se expandió a muchos grupos feministas en todo el mundo. Combinaba dos elementos importantes: la ausencia física de los hombres de los espacios de análisis y la articulación de enlaces internacionales, mentales, emocionales, espirituales y físicos con otras mujeres. La ausencia de hombres era necesaria para que las mujeres pudieran “pensar en sí mismas”, cosa que era muy difícil de hacer frente a los hombres debido a que el patriarcado está tan arraigado en las mujeres que se necesitaba un espacio artificial sin hombres para darle a las mujeres la oportunidad de no caer en su habitual machiplancencia (necesidad de complacer a los hombres o cuidar sus egos.) En este espacio, aunque artificial, las mujeres podían presenciar la inteligencia y experiencias de otras mujeres. De esta manera, las feministas pudieron reestructurar los vínculos entre mente, corazón y cuerpo necesarios para producir otro tipo de conocimiento y, a su vez, esto permitió diversas combinaciones entre percepciones, emociones y pensamientos. La metodología consistía en “empezar desde una misma” para no tener que recurrir a las explicaciones androcéntricas de las diferentes ciencias patriarcales. Este proceso llevó a las feministas a entender mejor la cultura masculina en la que estaban inmersas. La concientización fue el comienzo de lo que hoy en día se llama epistemología feminista. Para el feminismo de esos años, el mayor desafío implicaba empezar a deshacer las dicotomías que formaban parte de la fundación del patriarcado y que, a su vez, encasillaban a todo el universo en términos opuestos y complementarios como: naturaleza/cultura, cuerpo/mente, femenino/masculino. Colectivamente, las feministas utilizaron y reinterpretaron la cultura y el conocimiento a partir de una amplia gama de experiencias y perspectivas uniendo fuerzas desde diversos trasfondos culturales, diferencias de clase y raza y académicos. Así, nuevas nociones y formas de acción intelectual y política emergieron: el conocido dicho de “lo personal es político” resumía acertadamente todo esto que estaba pasando, lo cual era peligroso. Por eso la reacción patriarcal no se hizo esperar y con el transcurrir de los tiempos la concientización feminista fue percibida por las mismas feministas como una metodología elitista que no tomaba en cuenta las jerarquías raciales, de edad o de clase lo cual no es cierto.

Cosificación: es la actitud consistente en tratar a las mujeres como seres inánimes, objetos, sin personalidad ni capacidad propia de expresarse. Solo importa su apariencia estética.

Diversidad: las variadas, complejas, enriquecedoras y naturales diferencias entre mujeres y dentro de cada mujer y cada grupo de mujeres, entendidas en el marco de la experiencia femenina compartida por todas las mujeres dentro del paradigma patriarcal.

Ecofeminismo: Aunque la primera vez que se utilizó el término fue en los años 70 del siglo XX, la socióloga Virginia Henderson (1897-1941), sentaría las bases de un movimiento que denuncia “la apropiación masculina de la agricultura y la reproducción” es decir, la apropiación de los hombres de la fertilidad de la tierra y la fecundidad de la mujer. El término lo acuño François D’eabuonne, una socióloga francesa que lo definió como una crítica a la modernidad desde el feminismo y el ecologismo. D’eabuonne estableció la conexión ideológica que existe entre la explotación de la naturaleza y de las mujeres en el interior del sistema patriarcal. Hoy en día, más que hablar de ecofeminismo se debería hablar de ecofeminismos, ya que hay diferentes tendencias dentro del mismo. Sin embargo, se podría decir que en general, el ecofeminismo defiende en primer lugar las características que las sociedades patriarcales le atribuyen a las mujeres como el cuido de otros seres y del planeta, al tiempo que critican la sobreexplotación de la tierra y la mercantilización de la sexualidad femenina. Además, denuncian la asociación que el patriarcado hace entre mujeres y naturaleza. Los binomios mujer-naturaleza y hombre-cultura y la superioridad de la cultura sobre la naturaleza en el patriarcado explican que las mujeres sean consideradas inferiores a los hombres. Por último, relacionan la opresión que sufren las mujeres con el deterioro de la naturaleza, y señalan que los valores patriarcales son los productores de ambos problemas. Como solución defienden la reivindicación de valores o elementos que se consideran femeninos dentro del patriarcado.

Empoderamiento: palabra tomada del idioma inglés que se ha adecuado al español. Se puede definir como el proceso a través del cual las mujeres fomentan sus capacidades, confianza y protagonismo en el marco de grupos sociales, para mejorar su situación. En este sentido, luchan por una mayor toma de control y una libertad absoluta, en el sentido de conceder el poder como grupo de personas discriminadas para mejorar las condiciones de vida a través de acciones propias.

Epistemología feminista: nos devela el “conocimiento” o filosofía occidental como patriarcales y nos enseña que las mujeres estamos siempre produciendo conocimiento, aunque no sea reconocido como tal por las ciencias o academias patriarcales. La epistemología feminista nos devélala diversidad de conocimientos producidos por mujeres, cómo producimos conocimiento las mujeres, la naturaleza de lo que conocemos, y para qué producimos conocimiento.

Falocentrismo: concepto que considera la sexualidad masculina como centro y única realidad de la sexualidad.

Feminismo: una ideología que no sólo defiende los derechos e intereses de las mujeres, sino que defiende el idéntico valor o equivalencia de todas las personas, para lo cual elabora, partiendo de las experiencias vividas de las mujeres, un conjunto de teorías sociales y ejecuta diversas prácticas políticas en abierta crítica a las relaciones desiguales de poder entre los sexos, las razas o etnias, las naciones, etc. Algunas de las clasificaciones que se han hecho de los distintos feminismos o de las distintas manifestaciones del feminismo son: el feminismo socialista, el cultural, el radical, el ecofeminismo, el anarcofeminismo, el feminismo de la diferencia, el de la igualdad, el marxista, el separatista, el filosófico, el feminismo espiritual, el transfeminismo, el postfeminismo, etc. La feminista canadiense, Ángela Miles, propone una clasificación más general en feminismos reformistas y feminismos transgresores o transformadores. En todo caso, las distintas manifestaciones del feminismo tienen en común que todas realizan una crítica a la desigualdad de poder de las mujeres frente a los varones y proclaman la promoción de los derechos de las mujeres. Algunas de estas manifestaciones del feminismo, como el ecofeminismo, son más visionarias al proponer modelos alternativos de convivencia basado en valores asociados con lo femenino como el altruismo, la cooperación, la solidaridad, la paz, el respeto a las diferencias, el cuido de todos los seres vivientes, el maternazgo, etc.

Feminismo indígena: como en otras corrientes del feminismo, ésta también se presenta con sus diferencias, especialmente con relación a la crítica que le hace una de sus vertientes a lo que ellas llaman feminismo hegemónico que según ellas intenta homogenizar la problemática y demandas de las mujeres. Lo que sí tienen en común las diferentes vertientes del feminismo indígena, es su insistencia en que su identidad étnica indígena, es el reconocer la opresión de género que sufren las mujeres al interior de sus comunidades y, en base a ello, proponer cambios culturales pro-igualdad de género. El feminismo indígena supone una determinante aportación al debate sobre multiculturalismo y feminismo con su discurso crítico de género y etnia pues éste viene a demostrar cómo se pueden defender al mismo tiempo derechos individuales y colectivos. Esta conciliación es expresada de modo particular por la propuesta de cambio cultural pro igualdad de género de las mujeres indígenas en sus comunidades, un cambio cultural que, como ya apuntábamos, atendiendo los derechos individuales de las mujeres no compromete los derechos colectivos de sus pueblos. Las feministas indígenas plantean cambios y permanencias que combinan los derechos de las mujeres y los derechos de sus pueblos que se basa en una noción renovada de cultura provista de dinamismo y flexibilidad. Así, en la propuesta de cambio-permanencia o de negociación cultural de las feministas indígenas se encuentra un concepto de cultura dinámico y flexible, que permite así la conciliación sin contradicción de derechos colectivos e individuales. “Las mujeres indígenas están dando la pauta de cómo repensar el multiculturalismo y la autonomía desde una perspectiva dinámica de la cultura, la cual mientras determina el derecho a la autodeterminación, parte de una concepción de identidad como construcción histórica en formación y reformulación cotidiana” (Hernández, 2008:28).

Feminismo liberal: es una de las corrientes del feminismo que promueve principalmente la emancipación y empoderamiento individual de cada mujer. Se basa en el principio clásico del liberalismo que mantiene que cada individuo tiene el derecho a defender su felicidad y sus intereses. Apoya la igualdad de derechos y oportunidades para hombres y mujeres y se opone a los prejuicios y la discriminación que obstaculizan las aspiraciones de éstas. Las reivindicaciones fundamentales del feminismo liberal son fundamentalmente la participación política y educativa para terminar con la discriminación de las mujeres. Se caracteriza por definir la situación de las mujeres como una de desigualdad -y no de opresión y explotación- y por postular la reforma del sistema hasta lograr la igualdad entre los sexos. Las liberales comenzaron definiendo el problema principal de las mujeres como su exclusión de la esfera pública, y propugnaban reformas relacionadas con la inclusión de las mismas en el mercado laboral. Las feministas radicales hicieron una crítica al feminismo liberal por considerar que éste no va más allá de la defensa de la integración de las mujeres en el mundo capitalista del trabajo asalariado y de la cultura, dejando intacta la estructura de relaciones de poder entre hombres y mujeres.

Feminismo radical: es una corriente del feminismo que no hace alusión a una excesiva beligerancia o fanatismo como la palabra radical podría sugerir sino a que esta corriente sostiene que para lograr eliminar la desigualdad social es indispensable atacar la raíz del problema. Para las feministas radicales el patriarcado es esa raíz, porque es la forma de dominación más antigua y expandida que se conozca. Esta corriente se centra en el análisis de las relaciones de poder que construye la supremacía masculina y organiza todas las sociedades actuales. Las diversas vertientes del feminismo radical proponen diversas estrategias o maneras de derrocar al patriarcado; pero todas propugnan una reorganización de la sociedad que no esté basada en roles de género ni en la idea de la superioridad o inferioridad de cualquiera de los sexos, así como en la eliminación de estereotipos o prácticas culturales basadas en esas ideas. El feminismo radical tuvo su origen en la llamada Segunda Ola del Feminismo de los años 60.

Feminismo socialista: nace de la crítica tanto al patriarcado capitalista como al androcentrismo en la obra de Marx. Tiene algunos temas en común con el feminismo liberal, pero se produce un giro en la respuesta que da a las cuestiones tratadas históricamente por el feminismo. Las feministas socialistas creen que las reformas defendidas por las liberales son insuficientes, que la sociedad burguesa debe ser reestructurada para terminar con la esclavitud doméstica y dar lugar a alguna fórmula de colectivización de las tareas del hogar y del cuidado de los niños. Esta teoría nace en el momento de expansión de la industrialización y del surgimiento del movimiento obrero, y se caracteriza por ser un movimiento social centrado en las mujeres de la clase obrera y en sus condiciones de trabajo, así como de la incorporación de todas las mujeres al mercado laboral como una manera de independizarse de los hombres, aunque también luche por el derecho al voto. La rusa Alejandra Kollontai, una feminista socialista nacida en el siglo XIX, decía que la revolución no podrá realizarse hasta que no se haya resuelto la cuestión femenina. Si bien Marx ya había dicho que para construir un mundo mejor además de modificar las relaciones de producción era necesaria la aparición de un hombre nuevo con nuevos valores y costumbres, Kollontai insistía en que el verdadero cambio social se había iniciado en las mujeres nuevas, conscientes de su opresión en un mundo concebido por y para varones, en el que su papel se define por sus relaciones y su individualidad no tiene valor. Para ella las mujeres nuevas “…se presentan a la vida con exigencias propias, heroínas que afirman su personalidad, heroínas que protestan de la servidumbre de la mujer dentro del estado, en el seno de la familia, de la sociedad, heroínas que saben luchar por los derechos.”

Feminazi: término despectivo que designa a las feministas consideradas radicales que supuestamente luchan por la superioridad de la mujer, y no la igualdad de géneros. El presentador estadounidense Rush Limbaugh popularizó el término en los años 90, de tal manera que hoy designa de forma peyorativa al conjunto de las feministas.

Femicidio o feminicidio: a veces es usado para describir el homicidio simple de una mujer. Esto es incorrecto porque ambos términos aluden al asesinato sistemático de mujeres por ser mujeres lo que los convierte en un crimen basado en el género de la víctima. El concepto de “femicide” fue acuñado por la autora feminista estadounidense Diane Russell para describir el asesinato misógino de mujeres cometido por hombres. Fue castellanizado por la feminista mexicana Marcela Lagarde como “feminicidio”, después de un largo debate que no acaba aún hoy. Lagarde considera que el feminicidio va más allá del femicidio porque es la culminación de la violencia contra las mujeres que incluye los siguientes elementos: • Muerte violenta y/o misógina por motivos de género que incluye tanto homicidios simples o calificados, como accidentes mortales e incluso suicidios que no son detenidos ni prevenidos por el Estado. • Muertes de mujeres por acción u omisión debidas a la discriminación contra las mujeres por su condición de género, clase, etnia, etc. • Direccionalidad de la violencia que va de los hombres hacia las mujeres. • Responsabilidad del Estado. • Tolerancia social a la violencia contra las mujeres. • Naturalización e invisibilización de la misoginia que es la causante de esta forma de violencia.

Ginopia: término acuñado por las feministas para describir a una de las muchas y muy diversas manifestaciones del sexismo que se expresa en la imposibilidad de ver a las mujeres o a lo asociado con lo femenino.

Hembrismo: Este término se refiere a la consideración de que las mujeres son superiores a los hombres, legitimando el desprecio y las agresiones hacia ellos. Al igual que feminazi, se suele utilizar para desprestigiar el movimiento feminista.

Ideología: un sistema coherente de creencias que orientan a las personas hacia una manera concreta de entender y valorar el mundo; proporcionan una base para la evaluación de conductas y otros fenómenos sociales; y les sugieren respuestas de comportamiento adecuadas.

Ideología patriarcal: un sistema de creencias que no sólo explica las relaciones y diferencias entre hombres y mujeres, sino que toma a uno de los sexos como parámetro de lo humano. Basándose en este parámetro, el sistema especifica derechos y responsabilidades, así como restricciones y recompensas diferentes e inevitablemente desiguales en perjuicio del sexo femenino que es entendido como diferente al modelo o paradigma de lo humano que es el sexo masculino. Este sistema de creencias justifica las reacciones negativas ante quienes no se conforman, asegurándose así el mantenimiento del estatus quo. La ideología patriarcal no sólo construye las diferencias entre hombres y mujeres, sino que las construye de manera que la inferioridad de las mujeres es entendida como biológicamente inherente o natural. Aunque hay alguna diversidad dentro de la ideología patriarcal de manera que podríamos hablar de ideologías patriarcales en plural, en realidad este tipo de ideologías sólo varía en el grado en que legitiman la desventaja femenina y en el número de personas que comparten un consenso sobre ellas. Las ideologías patriarcales no sólo afectan a las mujeres al ubicarlas en un plano de inferioridad en la mayoría de los ámbitos y ciclos de la vida, sino que restringen y limitan también a los hombres, a pesar de su estatus de privilegio. En efecto, al asignar a las mujeres un conjunto de características, comportamientos y roles “propios de su sexo”, los hombres quedan obligados a prescindir de estos roles, actitudes, comportamientos y características y a tensar al máximo sus diferencias con las mujeres.

Institución patriarcal: aquella práctica, relación u organización que a la par de otras instituciones operan como pilares estrechamente ligados entre sí en la transmisión de la desigualdad entre los sexos y en la convalidación de la discriminación entre las mujeres. Tienen en común el hecho de que contribuyen al mantenimiento del sistema patriarcal y a la reproducción de los mecanismo de dominación masculina que oprimen a todas las mujeres. Entre estas instituciones están: el lenguaje ginope, la familia patriarcal, la educación androcéntrica, la maternidad forzada, la historia robada, la heterosexualidad obligatoria, las religiones misóginas, el trabajo sexuado, el derecho masculinista, la ciencia monosexual, la violencia de género, etc.

Machiplancencia: necesidad de complacer a los hombres o cuidar sus egos.

Mansplaining: termino en inglés, formado a partir de las palabras «man» y «explaining» (hombre y explicación respectivamente), este neologismo se refiere a la actitud condescendiente de un hombre que explica algo a una mujer, por creerse superior. Fue usado por primera vez en 2008 por la autora Rebecca Solnit en su ensayo «Men who explain things» en el Los Angeles Times.

Micromachismo: Es un nivel especialmente perverso del machismo ya que se refiere a acciones sencillas, del día a día, que no favorecen la igualdad. El psicólogo argentino Luis Bonino fue uno de los primeros en definirlo como un machismo de menor intensidad. Consiste por ejemplo dar por hecho que quien tiene que cocinar es la mujer.

Misoginia: Ese término denomina el odio o aversión de los hombres hacia las mujeres. Es una de las manifestaciones del sexismo que se expresa en el odio o repudio de todo lo asociado con las mujeres y lo femenino. (Ojo, no confundir misógeno con misógino, el primero es una persona que desprecia a todo el género humano y el segundo es quien desprecia sólo a las mujeres.)

Patriarcado: Ampliamente estudiado y utilizado, el término remite a la forma de poder en la que los hombres dominan a las mujeres, ejerciendo su superioridad en todos los ámbitos y condicionando su propia existencia. Este es un concepto antiguo y no necesariamente un aporte de las teorías feministas. Engels y Weber lo mencionaron, más aún el primero se refirió a este como el sistema de dominación más antiguo, concordando ambos en que el patriarcado es un sistema de poder y por lo tanto de domino del hombre sobre la mujer. Son las teorías feministas sin embargo las que actualizan este concepto que había sido considerado sólo para caracterizar civilizaciones antiguas definiéndolo como “la manifestación e institucionalización del dominio masculino sobre las mujeres y los/las niños/as de la familia, dominio que se extiende a la sociedad en general. Implica que los varones tienen poder en todas las instituciones importantes de la sociedad y que se priva a las mujeres del acceso a estas. Se trata de un sistema que justifica la dominación sobre la base de una supuesta inferioridad biológica de las mujeres. Tiene su origen histórico en la familia, cuya jefatura ejerce el padre y se proyecta a todo el orden social. Existen también un conjunto de instituciones de la sociedad política y civil que se articulan para mantener y reforzar el consenso expresado en un orden social, económico, cultural, religioso y político, que determina que las mujeres como categoría social siempre estarán subordinadas a los hombres, aunque pueda ser que una o varias mujeres tengan poder, hasta mucho poder, o que todas las mujeres ejerzan cierto tipo de poder como lo es el poder que ejercen las madres sobre los y las hijas.

Rol de género: comportamientos, actitudes y acciones asignados a los distintos géneros como resultado de una construcción social de la feminidad y la masculinidad.

Sexismo: Se refiere a la actitud o comportamiento arbitrario y discriminatorio hacia una persona por causa de su sexo. Esta creencia no siempre es explícita sino que es mantenida y apoyada por una infinidad de creencias, prácticas, acciones, valores, actitudes, etc. que se expresan en el lenguaje, las representaciones mediáticas, los estereotipos, las creencias religiosas, las creencias sobre la maternidad, etc. y que hacen que esa dominación sea aceptable en nuestras sociedades. El sexismo es experimentado de diferentes maneras por diferentes mujeres dependiendo de su posición social, su etnia o raza, su diversidad funcional, su orientación sexual, su nacionalidad, su cultura o religión, su edad, etc. lo cual lo hace más difícil de erradicar.

Sororidad: Derivado del latín soror, sororis, hermana, este término alude a la solidaridad entre mujeres, su alianza, confianza y reconocimiento mutuo en el sistema social. La hermandad entre mujeres que se da a través de un pacto político/feminista en el que cada mujer le reconoce a todas las otras su autoridad y todas nos reconocemos como interlocutoras y como igualmente diferentes. Está basado en el principio de la equivalencia humana que incluye el principio de reciprocidad de las diferencias humanas. El reconocimiento de la idéntica valía y recíproca diferencia implica no sólo estar dispuestas a compartir conocimientos, recursos, tareas, acciones, etc. sino también estar dispuestas a reconocer nuestras respectivas experticias, habilidades, éxitos, etc.

Techo de cristal: representa la barrera invisible que encuentran las mujeres para ocupar puestos de toma de decisión dentro del mundo laboral y político.

Violencia doméstica: Se refiere a los actos o amenazas de violencia perpetrados sobre un miembro de la unidad familiar, en el hogar. Afecta especialmente a las mujeres.

Violencia de género: Engloba el conjunto de actos violentos o amenazas de recurrir a la fuerza física o al chantaje ejercidos sobre una persona debido a su género.

 

https://www.justassociates.org/sites/justassociates.org/files/diccionario-de-la-transgresion-feminista_0.pdf

https://www.jstor.org/stable/j.ctvhn0bdw

Glosario de términos de crítica literaria femenina // Cecilia Olivares

Copyright Date: 1997

Edition: 1

Published by: El Colegio de Mexico

DOI: 10.2307/j.ctvhn0bdw

Pages: 106